En esta ciudad de la bahía de Cádiz se congregan encantos por doquier; si sus playas de arenas blancas y una gastronomía que hace la boca agua no te sacian, recorre los entornos naturales que la rodean, visita bodegas tradicionales, escucha unos acordes de flamenco que te tocarán el alma y piensa en cuándo volver.
Cosas que hacer en Chiclana de la Frontera
La gente llega a Chiclana atraída principalmente por sus preciosas playas y sus magníficos espacios naturales, pero esta ciudad gaditana tiene también otros encantos, uno de ellos es pasear por la ciudad, pasar por casas señoriales como la del Conde del Pinar, visitar iglesias o contemplar la insigne Torre del Reloj para luego acabar en una tasca, disfrutando de un delicioso vino de Jerez.
Tampoco hay que olvidar que Chiclana es un referente en el mundo del flamenco, organiza festivales durante todo el año y visitar sus tablaos puede ser una experiencia única y emocionante. Si después de tanta acción te apetece relajarte, otro de los grandes atractivos de Chiclana es el balneario de Fuente Amarga, que lleva desde 1803 explotando sus aguas curativas.
Las dos anchas y preciosas playas se encuentran a 7 kilómetros de la ciudad. Desde ambas podrás contemplar la isla de Sancti Petri, un lugar mítico donde la tradición sitúa el templo de Hércules y que hoy día acoge los restos de un castillo. Si te atreves a seguir los pasos de Julio César o Amílcar Barca, puedes visitar esta isla en barco o incluso en kayak.
Cómo moverse por Chiclana de la Frontera
Puedes moverte en los autobuses urbanos de la ciudad y también con los autobuses y trenes que recorren la bahía de Cádiz si quieres explorar otras localidades; siempre es buena idea hacer una excursión a Cádiz, o puedes visitar el encantador pueblo de Medina Sidonia.