Este pueblo pesquero gaditano, de casitas blancas y playas doradas, hará las delicias de los amantes del mar. A pesar de ser un destino popular, ha sabido mantener su sabor y su esencia tradicionales; hunde tus pies en la arena y deja que el frío océano despeje tu mente en uno de los destinos de playa más exquisitos de Cádiz.
Cosas que hacer en Conil de la Frontera
Conil no iba a ser la excepción en la lista de playas maravillosas que pueblan la costa gaditana; largas, amplias, naturales y de arenas finas y doradas. No te faltarán lugares preciosos en los que relajarte o surfear. La playa de los Bateles es la que discurre frente al centro de la población, y otra muy popular es la playa de La Fontanilla. Si quieres alejarte del mundo, también encontrarás calas idílicas como la del Aceite o la cala Encendida.
El pueblo es una villa marinera en todo su esplendor. Recorre sus callejuelas de casas encaladas, que crecen en torno a la Torre de Guzmán; pasea por la plaza de Santa Catalina con su blanca iglesia; atraviesa la Puerta de la Villa, huella de la antigua muralla, y no te pierdas las subastas de pescado de la lonja en el puerto pesquero. Remata la faena con un buen plato de atún encebollado o unas deliciosas ortiguillas.
La calidad de las playas de Conil se debe en gran parte a la proximidad de pinares que han facilitado su mantenimiento en un estado natural. Si te apetece una excursión de senderismo, los espacios naturales más cercanos son el pinar del Roche y el de El Colorado. Y si lo que quieres es divertirte por la noche, puedes estar tranquilo, en Conil la vida nocturna es de las más animadas de la costa.
Cómo moverse por Conil de la Frontera
Puedes moverte a pie por el pueblo y luego tomar autobuses para desplazarte por la costa hasta las distintas playas y localidades cercanas, como Cádiz, que está a solo una hora.