Cullera es un destino clásico de la costa valenciana para disfrutar de unos días de playa y relax donde olvidarse del mundo y abandonarse a los placeres del Mediterráneo que, no olvidemos, no se reducen a arenas doradas y sombrillas; la historia siempre está presente en enclaves como Cullera, donde además la naturaleza está a mano en lugares como sus arrozales o sus soberbios miradores al mar.
Cosas que hacer en Cullera
Las playas de Cullera son sin duda el principal motivo por el que tanta gente acude a esta ciudad valenciana; pasar unas relajadas vacaciones bajo la sombrilla en concurridas playas como la de San Antonio o en otras más tranquilas como la Escollera es una idea clásica que nunca falla, sobre todo si lo acompañas de una espectacular paella o unos buenos mariscos.
Pero también puedes activarte un poco y atreverte con el buceo u otros deportes acuáticos en preciosas playas como la de Faro o Cap Blanc, o aventurarte en la historia del lugar en el casco antiguo de Cullera, pasear por sus preciosos rincones entre iglesias, torres y ermitas, visitar su castillo y curiosear sus museos, como el arqueológico o el de la piratería.
Cullera también está rodeada de espacios naturales que disfrutar, desde el lago L’Estany, rodeado por un barrio pesquero con restaurantes donde abandonarse a los placeres del mar, hasta el Jardín Botánico, un palmeral exuberante lleno de paz.
Cómo moverse por Cullera
Cullera se encuentra a solo 38 kilómetros de Valencia, así que llegar a ella es muy fácil y dispones de todas las opciones, desde el avión hasta el autobús. Para moverte por la ciudad puedes recurrir a la red de autobuses urbanos, aunque recorrer el casco antiguo a pie es lo mejor y la forma más bonita de conocer la ciudad.