Badajoz, situada estratégicamente a orillas del río Guadiana y a solo unos kilómetros de la frontera con Portugal, es una animada ciudad fronteriza con una atractiva oferta cultural y monumental.
Cosas que hacer en Badajoz
El casco histórico tiene como centro la Plaza de España, que alberga el Ayuntamiento, de estilo neoclásico, y la Catedral de San Juan. Detrás de su apariencia de fortaleza se esconden interesantes elementos, como los tres órganos barrocos, la Sillería del Coro, o la colección de tapices flamencos del s. XVI, considerada una de las mejores de Europa.
En los alrededores de la plaza se erige un entramado de estrechas calles peatonales salpicadas por los bares y tabernas más tradicionales. No hay mejor sitio pues para sentarse a disfrutar de la gastronomía extremeña, consistente en platos como el cordero asado, las truchas fritas y, por supuesto, los embutidos ibéricos de la D.O. Dehesa de Extremadura. Todo regado con un buen vino de la D.O. Ribera del Guadiana.
A continuación, y para bajar la comilona puedes ascender hacia la Alcazaba, parando antes en la pintoresca plaza Alta para contemplar sus característicos soportales del s. XV, y en la plaza de San José, donde encontrarás unas casas mudéjares y el Convento de las Adoratrices. La Alcazaba de Badajoz, del s. IX, mantiene en su perímetro las murallas, algunas de sus puertas y varias torres defensivas. Desde aquí tendrás una bonita panorámica sobre el Guadiana.
Puedes terminar la ruta descendiendo hasta la emblemática Puerta de Palmas, frente a la que se encuentra el también llamado Puente de Palmas, del s. XVI y con treinta arcos de medio punto. Un lugar perfecto para ver el atardecer.
Cómo moverse por Badajoz
El centro histórico de Badajoz es peatonal y se puede recorrer fácilmente a pie, pero tienes a tu disponibilidad una red de autobuses urbanos y de bicicletas públicas para desplazarte por otras zonas. Badajoz cuenta con estación de trenes y autobuses con conexión con las principales ciudades españolas. El aeropuerto se encuentra a 14 km.