Sallent de Gállego es un encantador pueblo del Pirineo Aragonés que destaca por su bella iglesia gótica y por sus empinadas y adoquinadas calles salpicadas de casas tradicionales. Además de ser punto de partida de numerosas rutas senderistas, en su término municipal se encuentra la popular estación de esquí de Formigal.
Cosas que hacer en Sallent de Gállego
Sallent es un típico pueblo pirenaico, rodeado de montañas y considerado uno de los más bonitos del valle de Tena. Recorre sus empinadas calles jalonadas por tradicionales casas de piedra y pizarra hasta la bonita Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico tardío. No debes perderte tampoco el puente medieval o “del Paco”, ni la plaza, que cuenta con un triple arco románico.
Sallent es punto de partida de varias rutas senderistas que recorren diferentes rincones del valle de Tena. Si vas con niños les encantará la excursión hasta el Salto, la cascada del río Aguas Limpias. Los más osados por otro lado, se pueden decantar por la ruta hacia los Picos del Infierno. También merece la pena realizar en primavera la ruta por los Ibones de Anayet, en la que disfrutarás de unas vistas espectaculares.
En el término municipal de Sallent destaca también la estación de esquí de Formigal, que cuenta con 137 km esquiables y casi 100 pistas para todos los niveles. Si quieres aprender a esquiar o mejorar tu técnica puedes asistir a unas de las varias clases que se ofrecen. Y para terminar un duro día de esquí nada mejor que dejarse caer por Marchica, un moderno local situado en la misma estación, en el que tomar unas copas y bailar sin quitarse el mono de esquí.
Cómo moverse por Sallent de Gállego
Sallent de Gállego es pequeño y se puede recorrer fácilmente a pie, pero es recomendable disponer de vehículo privado para desplazarse por la zona. Huesca se encuentra a 91 km y Zaragoza, a 159 km.