El encanto moderno de Pollença, en Mallorca, ha atraído a lo largo de los años tanto a desconocidos como a personalidades de la talla de Winston Churchill y Agatha Christie.
Descubre esta cautivadora ciudad explorando sus calles repletas de galerías de arte, comprando en boutiques y disfrutando de un aperitivo en la Plaza Mayor.
Cosas que hacer en Pollença
Todos los caminos conducen a la Plaza Mayor, la espaciosa plaza central de Pollença, que está llena de cafés al aire libre y restaurantes en los que probar las delicias locales. En el Oh Vermut podrás disfrutar de más de veinte variedades de vermut mientras degustas unas deliciosas tapas elaboradas con productos menorquines. Tampoco deberías perderte el Club Pollença, una entidad local centenaria con un bar que te trasladará a otros tiempos.
La hermosa iglesia de la Mare de Déu dels Angels ha estado vigilando la plaza desde 1229. Está flanqueada por una gran fachada barroca tallada en arenisca dorada y en su interior podrás contemplar un techo con bóveda de cañón, coloridos frescos y un rosetón lleno de luz.
Con los años, Pollença se ha convertido en un importante destino de artistas, escritores y creativos. Como resultado, la ciudad está repleta de galerías independientes. No te pierdas la Casa-Museu Dionís Bennássar, un museo bellamente comisariado que exhibe acuarelas, óleos y bocetos originales del artista local Dionís Bennássar.
Situada en lo alto de una ladera, la iglesia del Calvari es una pequeña capilla construida en el siglo XVIII. Se llega a ella a través de una escalera empinada y rodeada por cipreses. Una vez arriba tendrás la recompensa de unas maravillosas vistas de Pollença, con sus plazas arboladas y las altísimas agujas de las iglesias.
Cómo moverse por Pollença
La mejor forma de explorar Pollença es caminando. El trayecto de Pollença a Palma dura unos 45 minutos y también se puede recorrer la isla en autobús o taxi, aunque es recomendable alquilar un coche para disfrutar de la isla por libre.