Presidida por el Kaiserburg, el castillo imperial, Núremberg te sumerge en una atmósfera de cuento de hadas. Anclada en su casco antiguo medieval plagado de callejuelas empedradas, iglesias góticas y animadas plazas, es una de las ciudades más antiguas de Alemania y además es el corazón de la palpitante escena cultural bávara. Dedícate a visitar museos de talla mundial, comprar en tiendas de diseño y a explorar las grandes cervecerías (bierpalast).
Cosas que hacer en Nuremberg
La mayoría de visitantes gravitan hacia el casco antiguo, dividido por el río Pegnitz. Comienza en la plaza Hauptmarkt, donde el sol brilla reflejado en la fuente dorada, la Schöner Brunnen. Si estás en la ciudad por Navidad, en esta plaza se celebra uno de los mercados navideños más mágicos de toda Europa.
Al este está situada la Frauenkirche, una iglesia del siglo XIV con una impresionante fachada gótica. Alzándose sobre el casco histórico está el Kaiserburg, donde podrás visitar el museo, recorrer el ala residencial, subir a la torre Sinwell y deleitarte con las vistas de la ciudad.
Núremberg fue una de las bases del régimen nazi, por lo que los amantes de la historia tienen donde explayarse. Uno de los lugares destacados es el Memorium Nuremberg Trials, en el Palacio de Justicia, donde los líderes nazis fueron procesados por sus crímenes contra la paz y la humanidad.
El Museo Nacional Germánico abarca desde la Prehistoria hasta principios del siglo XX y está considerado una de las mayores atracciones culturales del país. Finalmente, para disfrutar de algo único, echa un vistazo al Museo Deutsche Bahn, que celebra la historia ferroviaria de Alemania.
Cómo moverse por Nuremberg
En el casco antiguo, el mejor medio de transporte son tus propios pies. Núremberg también se puede conocer en bicicleta, pues tiene numerosos carriles bici. El transporte público funciona rápida y eficientemente, tienes autobuses, tranvías, metro y trenes a tu disposición. La estación central está a pocos pasos del casco antiguo, y el aeropuerto a solo 20 minutos.