Montpellier es una pintoresca ciudad costera que alberga majestuosos bulevares, una elegante arquitectura e idílicas playas mediterráneas. Fundada en el siglo X, Montpellier se convirtió en un próspero puerto comercial, y hoy en día es una de las ciudades más multiculturales y de mayor crecimiento en Francia.
Cosas que hacer en Montpellier
Si visitas Montpellier no puedes perderte el Museo Fabre, fundado por el pintor local François-Xavier Fabre en 1825. Cuenta con una destacada colección de pinturas de los siglos XVII al XIX, incluyendo numerosas obras de Delacroix y Rafael, así como exquisitas cerámicas de toda Europa.
Merece la pena ver también la catedral de Saint-Pierre, de estilo gótico y construida junto al monasterio de Saint-Benoît a mediados del siglo XIV. Se distingue por sus dos monumentales torres cónicas que flanquean un porche cubierto que un día albergó el escudo de armas del Papa Urbano V.
Junto a la catedral se encuentra el Jardin des Plantes, el jardín botánico más antiguo de Francia que data de 1593. Pasea por los históricos jardines Montagne de Richer y la orangerie del siglo XVIII diseñada por Claude-Mathieu Delagardette, y luego admira el monumental invernadero Martins de 1860.
¿Quieres ver los Campos Elíseos de Montpellier"? El barrio de Antigone se extiende al este del centro hacia el río Lez y fue diseñado por el arquitecto español Ricardo Bofill a finales de la década de 1970. Fue uno de los mayores proyectos de desarrollo urbano en Francia y cuenta con monumentales edificios neoclásicos con enormes fachadas y pilastras.
Cómo moverse por Montpellier
El aeropuerto Montpellier Méditerranée está situado a unos 20 minutos en coche al sudeste de la ciudad. En la estación de Montpellier St. Roch dispones de trenes a París, Lille y Lion. Para recorrer Montpellier cuentas con una extensa red de carriles bici que atraviesa la ciudad, aunque muchas de las atracciones se encuentran a poca distancia unas de otras."