Desde los cartagineses que le dieron nombre hace miles de años, pasando por los romanos que dejaron su indeleble huella en la ciudad, hasta el importante puerto comercial que es hoy día, Cartagena ha vivido todo, y de todo tiene para el viajero curioso, el historiador, el perezoso y el inquieto.
Cosas que hacer en Cartagena
Puedes empezar remontándote a la conquista cartaginesa visitando la muralla púnica, el vestigio más antiguo de la ciudad, pero las grandes estrellas de Cartagena son sus restos romanos; por un lado, el barrio del foro romano, cuyas excavaciones arqueológicas han desvelado varias manzanas de la antigua Carthago Nova, y el teatro, encajado a los pies del cerro del castillo de la Concepción.
Ya que estás por el centro, date un paseo por la calle Mayor, la principal vía de la ciudad, siempre animada y llena de comercios, palacios decimonónicos y cafés donde hacer un descanso y probar el famoso café asiático. El centro de la ciudad también se llena para una ocasión especial y de gran renombre: las Fiestas de Cartagineses y Romanos que se celebran en septiembre y pueblan las calles con sus antiguos moradores.
La otra esencia de la ciudad es su carácter portuario, que podrás experimentar en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, que acoge el tesoro de un famoso naufragio, o en el Museo Naval, pero, para una experiencia verdaderamente marítima, no dejes de hacer una excursión en barco por la bahía para conocer la historia comercial y militar de la ciudad.
Para tomarte un merecido descanso, no hay nada mejor que relajarse en cualquiera de las numerosas playas que pueblan la costa cartaginense, entre las que destacan las del Parque Regional de Calblanque.
Cómo moverse por Cartagena
La ciudad tiene su red de autobuses urbanos, pero la zona céntrica se puede recorrer a pie perfectamente. Para llegar a la ciudad, puedes hacerlo en tren, en autobús o, si vienes de más lejos, en avión; el aeropuerto Murcia-San Javier se encuentra a unos 30 kilómetros de Cartagena.