El hotel está en pleno cambio del grupo Ifa a Corallium por tanto todavía no ofrecen todos los servicios que describen en su web. La habitación Deluxe con vistas a la playa es moderna y cómoda pero al baño le falta un poco de luz. Sólo hay 1 restaurante por el momento y la comida es variada y buena. La piscina bonita y deberían controlar que la gente no reserve las hamacas con sus toallas durante horas y no las ocupen. Bastantes huéspedes extranjeros y mayores. A destacar el trato amable y profesional de Sanaa la Relaciones Públicas que nos ayudó a resolver un a problema en el checking un y de todo el personal en general, muy educados. A mejorar los zumos del desayuno y las bebidas calientes de la máquina en el desayuno y en el bar de la piscina. Además la oferta de bebidas incluidas en el TI en el bar de la piscina era escasa. Considero que no deberían cobrar al menos las botellas de agua pequeñas. Su cercanía a la playa de San Agustín a escasos metros es genial. Dejan toallas de playa dejando un depósito (5€) que luego te devuelven. También cobran por cambio de toalla de playa, parking (5€) con pocas plazas, la caja fuerte,... Relación calidad/precio por el TI me pareció elevado.