La naturaleza, el mar y la gastronomía de esta pequeña isla Balear la están convirtiendo en un destino cada vez más popular, pero sin las aglomeraciones y el barullo de su hermana mayor, Mallorca. Además del relax, también puedes mantenerte activo con todo lo que ofrece la isla, desde deportes hasta visitas culturales.
Cosas que hacer en Menorca
La fantástica naturaleza de Menorca ha merecido que la isla reciba la designación de Reserva de la Biosfera de la Unesco. La paz y la belleza que encontrarás en sus orillas y sus aguas cristalinas no tienen parangón, pero también podrás practicar windsurf, submarinismo, hacer vela, subir en kayak y dejar que la adrenalina y los paisajes de infarto hagan lo suyo. En el sur, no te pierdas la playa Macarelleta, y en el norte, la más valorada es la Pregonda, pero no dejes de adentrarte en calas escondidas.
Además de playas de arenas blancas y aguas transparentes, Menorca también tiene parajes interiores preciosos que puedes recorrer haciendo senderismo, en bicicleta o incluso a caballo, recorriendo un antiguo sendero, el Camí de Cavalls, que rodea toda la isla. Los numerosos pueblos que han codiciado este terruño han dejado su huella, pero quizás los restos más impresionantes sean los prehistóricos, como las navetas de Tudons y Rafal Rubí, y los poblados talayóticos como el de Trepucó.
La perfección de esta isla culmina con su gastronomía; se te hará la boca agua con los deliciosos quesos de Mahón, por no hablar de su producto más célebre, la mahonesa; también son excepcionales sus embutidos, como la carn i xulla; pero no te puedes ir sin probar el plato estrella: la caldereta de langosta.
Cómo moverse por Menorca
Menorca cuenta con su propio aeropuerto al que llegan vuelos nacionales e internacionales. También se puede llegar en barco desde el resto de islas Baleares y desde el levante peninsular. Para moverte por la isla puedes recurrir a las líneas de autobuses que la recorren o alquilar la completa libertad con un coche.