Bosques frondosos que parecen encantados, laderas escarpadas cortadas a cuchillo, playas naturales espectaculares, antiguas chimeneas volcánicas, acantilados de vértigo… el Parque Rural de Anaga es un lugar mágico y excepcional que te fascinará desde el primer paso.
Este paraje natural se encuentra en el extremo nordeste de la isla de Tenerife, muy cerca de la capital, y ha sido declarado Reserva de la Biosfera por su riqueza ecológica. En sus zonas más altas podrás recorrer los senderos que se abren paso entre el bosque de laurisilva, una reliquia vegetal que te transportará millones de años atrás.
Explora sus paisajes, pequeñas aldeas y caseríos hasta caer desfallecido en una cala virgen, como la de Benijo, con unos atardeceres encendidos que quedarán marcados en tu retina para siempre y una fauna marina que hará las delicias de los más avezados buceadores.
Cómo llegar
Puedes llegar en guagua (autobús) desde Santa Cruz de Tenerife y desde San Cristóbal de La Laguna. Por carretera, varias vías comunican los distintos puntos de la isla con este maravilloso enclave natural.