El adjetivo “cosmopolita” se utiliza a veces a la ligera al hablar de una ciudad, en este caso, no podía ser más cierto, Santiago lleva siendo cosmopolita desde el siglo IX. Como destino final de la ruta de peregrinación más famosa de Europa, Santiago es una ciudad acogedora, diversa, cultural y preciosa, y es que, en esta ocasión, todos los caminos llevan a Santiago.
Cosas que hacer en Santiago de Compostela
Santiago es una ciudad antigua y con una historia muy rica, podrás observarlo paseando por el casco antiguo, que tiene innumerables monumentos que visitar; atravesarás antiguas puertas, verás casas medievales, palacios barrocos, conventos renacentistas, pazos neoclásicos, iglesias románicas y plazas llenas de gente en sus animadas terrazas.
Pero la plaza por excelencia de Santiago es la del Obradoiro, con la más insigne fachada de su catedral. Este es el punto final del Camino de Santiago, y los agotados pies de los peregrinos la han recorrido durante más de mil años. La catedral es una joya que no te puedes perder, embelésate con el Pórtico de la Gloria y no te olvides de pasar a visitar al santo apóstol.
La gastronomía gallega es otro de los monumentos que no te podrás perder en sus calles. No hace falta que seas original; zámpate un pulpo á feira con un Albariño y ya habrás triunfado. Santiago es también una ciudad de universitarios, así que la animación y la fiesta están garantizadas, para un buen recorrido nocturno, acude a la Algalia de Abaixo o la plaza de Cervantes y piérdete entre la gente.
Cómo moverse por Santiago de Compostela
Moverse andando y con los autobuses urbanos es la mejor manera de desplazarse por Santiago. Puedes llegar a la ciudad en tren, autobús y en avión, pero no cabe duda de que la forma más épica y memorable es hacerlo a pie siguiendo cualquiera de los caminos de peregrinación.