Reikiavik es un destino vibrante con una arquitectura creativa, mejor conocido por sus encantos naturales y sus mundialmente famosos balnearios geotérmicos. Rodeada por el agitado mar de Noruega y los escarpados paisajes montañosos, esta ciudad compacta se ganará tu afecto con sus restaurantes cosmopolitas, sus abarrotadas discotecas y sus innumerables aventuras durante todo el año.
Cosas que hacer en Reikiavik
Las familias encontrarán mucha diversión en Reikiavik, especialmente en el Family Park and Zoo, un parque zoológico que alberga renos, focas, zorros árticos y otros animales islandeses, junto con un carrusel, un trampolín gigante y barcos. Pasea por el cercano Jardín Botánico de Reikiavik para ver plantas subárticas y flores de temporada, o visita el Museo Saga para vestirte como los vikingos y aprender más sobre estos guerreros feroces.
Más historia y cultura te esperan en el centro de la ciudad, donde encontrarás The Settlement Exhibition Reykjavík 871 +/- 2, unas excavaciones arqueológicas con artefactos vikingos y presentaciones multimedia. Disfruta de un espectáculo local en la deslumbrante Harpa, una sala de conciertos y centro cultural con vistas al puerto, exposiciones de arte islandés y un restaurante gourmet.
Deléitate con la rica escena gastronómica, que sirve marisco fresco y carne en creativos platos. Encontrarás restaurantes de primera clase en Old Harbour, junto con cafeterías informales y una fábrica de pescado. Pasa las noches junto a los lugareños en bares locales y hamburgueserías, antes de ir a discotecas con DJs y bandas de música en vivo.
Escapa del estrés en Blue Lagoon, un spa geotérmico con tratamientos de masaje en el agua, máscaras de arcilla, cascadas y salas de vapor. ¿Quieres salir de la ciudad? Cálzate unas botas de montaña y realiza una caminata a través de desiertos volcánicos negros, ríos glaciares y manantiales geotérmicos en el sobrenatural Laugavegur Trail.
Cómo moverse por Reikiavik
El centro de Reikiavik se puede recorrer fácilmente a pie o utilizando el autobús local. Los carriles bici acomodan a los ciclistas, mientras que los ferris de Old Harbour ofrecen transporte a las islas cercanas. Alternativamente, los taxis ofrecen un transporte seguro y de confianza hasta altas horas de la madrugada.