Una ciudad vibrante y llena de contrastes, Tokio palpita con una mezcla de letreros de neón y altísimos rascacielos que se alzan junto a pequeños restaurantes tradicionales, templos centenarios y céntricos parques. Acoge una variedad de atracciones culturales que da vértigo y su laberinto de barrios de todo tipo parece empujarte en todas direcciones.
Cosas que hacer en Tokio
Tokio mezcla lo tradicional con lo nuevo, desde el educativo Museo Edo-Tokyo hasta la Torre de Tokio, de 332 metros de altura. ¿Te interesa aprender sobre el budismo y el sintoísmo japoneses? Dirígete a lugares míticos como el templo Sensoji y el santuario Meiji.
El excitante ambiente de Tokio es electrificante y ofrece una experiencia inmersiva en la cultura japonesa. Date un paseo por las calles y contempla los relucientes rascacielos en las zonas más modernas como Shinjuku y Shibuya, o encuentra souvenirs excepcionales en las áreas de compras y ocio de los barrios de Roppongi y Ginza.
No puedes irte de Tokio sin visitar el mercado de pescado de Tsukiji, donde por la mañana temprano se celebran frenéticas subastas y por la tarde los puestos de sushi tientan a tu estómago. A pesar de su firme mentalidad futurista, Tokio también luce su antiguo glamur con torneos de sumo, flores de cerezo y callejuelas empedradas que llevan hasta tiendas de artesanía y puestos de pulpo frito.
Para descansar del bullicio de la ciudad, déjate llevar por la paz que reina en el Palacio Imperial de Tokio, rodeado de agua y de deslumbrantes jardines, o relájate entre el verdor del Parque Ueno, famoso por sus paisajes de postal y sus cerezos en flor en primavera.
Cómo moverse por Tokio
Esta vasta ciudad cuenta con un excelente sistema de transporte público, así que los visitantes lo tendrán fácil para llegar a cualquier rincón de Tokio. El metro y los trenes son las formas más fáciles y rentables de moverse por los barrios centrales de la ciudad y conectan los puntos de interés en cuestión de minutos. Por su parte, los taxis de Tokio son de los más lujosos del mundo, los taxistas llevan guantes blancos y abren las puertas con solo pulsar un botón.