La capital de la Toscana es la cuna del Renacimiento, un lugar en el que los amantes del arte no sabrán dónde mirar, extasiados por su belleza. Situada al norte del país, es una ciudad viva, donde el más fino arte se mezcla con los sabores de la Toscana, en un ambiente que te dejará embelesado.
Cosas que hacer en Florencia
Si viajas a Florencia, es imprescindible que vayas a la Galería Uffizi, allí encontrarás verdaderas joyas de la historia del arte; desde las delicadas obras de Giotto hasta las magníficas pinturas de Botticelli. Por su parte, la Galería de la Academia alberga al famoso David de Miguel Ángel. Si no has tenido suficiente, pásate por la Loggia dei Lanzi, una galería de esculturas a cielo abierto que es un auténtico placer pasear.
El centro histórico, donde no puedes perderte la impresionante catedral de Santa Maria del Fiore e incluso subir a la grandiosa cúpula de Brunelleschi, está lleno de plazas y trattorias en las que hacer un descanso, embelesarse con un expreso y degustar la deliciosa gastronomía toscana, ¿quién puede resistirse a unos pappardelle al sugo di lepre o al clásico lampredotto florentino?
Para una experiencia diferente, adéntrate en el Mercato Centrale, en el barrio de San Lorenzo, ubicado en un edifico decimonónico y repleto de puestos de productos frescos. Después, puedes atravesar el río Arno por el Ponte Vecchio y relajarte en el Jardín de Boboli; entre lagos, fuentes, estatuas y pérgolas sentirás que has dejado la ciudad muy lejos.
Cómo moverse por Florencia
El centro histórico es relativamente pequeño y uno puede moverse perfectamente a pie, pero también puedes utilizar el transporte público, especialmente el autobús urbano. Si quieres salir de la ciudad y visitar otros enclaves de la Toscana, dispones de trenes regionales, pero la mejor opción es alquilar un coche y moverte con toda libertad entre viñedos y villas renacentistas.