Liubliana es la encantadora capital de Eslovenia y, aunque aún desconocida por muchos, enamora a todo aquel que la visita con un pintoresco casco antiguo, un frondoso paseo junto al río, exuberantes espacios verdes y una relajada cultura de café. Una población de 50 000 estudiantes le da a la ciudad un aire juvenil y desenfadado, mientras que sus numerosos museos y galerías satisfarán el apetito cultural de los que quieran ir más allá.
Cosas que hacer en Liubliana
Atravesando el corazón de la ciudad, el río Ljubljanica está bordeado de pequeñas cafeterías y restaurantes con terrazas. Es un lugar ideal para observar a la gente mientras disfrutas de un típico plato de goulash picante y un vaso de cerveza Laško.
La plaza Prešernov Trg une el casco antiguo con el distrito central y destaca por su imponente monumento a Prešeren. Cerca de allí, encontrarás el caprichoso Puente Triple diseñado por el legendario arquitecto esloveno Joze Plecnik.
El castillo de Liubliana, que se alza sobre una colina con vistas al casco antiguo, data de principios del siglo XVI. Pasea por sus alrededores y visita la Atalaya, la Capilla de San Jorge y el mini-museo sobre la historia de Eslovenia.
Los comidistas tienen una visita obligada en el Mercado Central. Desde miel y quesos artesanales hasta trufas silvestres y frutos rojos, el mercado alberga una gran variedad de delicias locales. Hacia el oeste encontrarás el frondoso barrio cultural de la ciudad, que alberga atracciones como el Museo de Historia Natural, donde puedes visitar el único esqueleto de mamut de Europa.
Cómo moverse por Liubliana
Liubliana se puede explorar fácilmente a pie o en bicicleta, ya que cuenta con numerosos carriles bici, aunque si lo deseas los autobuses locales son otra buena opción para visitar las principales atracciones de la ciudad. También dispones de taxis, pero estos no pueden acceder al casco antiguo, ya que es peatonal.